lunes, julio 23, 2007

Siete



Siempre fui 7. Recuerdo el inicio de cada año escolar y la curiosidad por saber qué numero nos tocaría ese año en la lista del salón. Siempre me sentí atraida hacia ese dígito y después descubrí toda la carga que encerraba. Siete días de la semana, siete colores del arco iris, siete pecados capitales y la lista es interminable, tanto así que parece incluso estar de moda con eso de las 7 nuevas maravillas del mundo. Sin embargo, cada vez que compraba una rifa o recibía un boleto en el bus quería que acabe con 7 o con 3 y 4 ó 4 y 3 porque sumándolos me daba 7. Fue entonces sorprendente leer en Wikipedia que "el 7 es el resultado de la suma entre 3 (lo celeste) y 4 (lo terrenal) Se considera un número perfecto que simboliza la relación de lo divino y lo humano".

Y pensé si por azar cada uno de nosotros fueramos un 7. Una especie de dioses cuando creemos saberlo todo, un tipo de ser omnisciente al que nadie puede engañar porque todo lo ve. Y humanos, cuando descubrimos que esa autosuficiencia fue una farsa que construimos para sentirnos mejor y que estamos hechos de errores, de dolor, de piel, de miedo, de esperanza. De repente no buscamos ser un 7, simplemente estaba marcado en nuestro sino. De repente somos un 6 y sentimos que nos falta poco para la perfección. Lo cierto es que esta humanidad nos pesa y pesa tanto que la disfrazamos en divinidad. La divinidad que cada mañana se mira al espejo y se siente fuerte, poderosa. La divinidad que nos atrae hacia ella cuando queremos escapar de lo que el hombre estableció y cobijarnos en los misterios de la naturaleza, en su energía.

Dejémonos llevar por los 7 mares, las 7 notas musicales. Estoy segura que detrás de cada 7 encontraremos instantes de felicidad que valdrá la pena recordar. Este 27 del 7mo mes a las 7pm estaré celebrando y agradeciendo a Dios los 7 meses de amor puro que trajo a mi vida, mientras 7 veces dire que sí, que esto es divino y es real.

1 comentarios:

Unknown dijo...

Siete número mágico!!!!
Saludos,
Gerardo