martes, abril 15, 2008

Nostalgia de ti



El corazón humano no tiene ningún teorema racional que pueda explicar o hacer entendible lo que él evoca a través de cada latido, de cada vez que se estremece y nos hace estremecer al recordar ciertos momentos, ciertas historias, cierto olor familiar. Llegan los momentos de tranquilidad, de aparente quietud, en donde construyes nuevas cosas que añorar después, nuevos tesoros. Sin embargo, recuerdas que existen objetos que no deben volver a ser construidos, al menos no de la manera cómo lo hiciste. ¿Es posible lograr tal cometido? ¿Podemos racionalizar algo tan irracional que aparece en tu vida en el momento menos pensado? ¿Se puede frenar el ímpetu y cambiarlo por el sosiego?

En esas tardes en que repasamos todos los amores que pasaron por nuestras vidas, atravesamos heridas que probablemente han quedado sin cicatrizar. Y vemos también aquellas heridas que nos dejaron una fea cicatriz en el alma, a la que no queremos volver adornar así. Entonces, como si delante de tus ojos fueran otros los personajes que mil veces fuiste tú, no quieres repetir esos pasos. Es cierto que todo te hizo fuerte, te hizo capaz de entender la real dimensión de una fiebre de dolor que hace mucho llego a su fin; pero lo tienes claro: nada de entregarte así cual ofrenda a una antigua deidad. Y a veces, se logra, a veces intuimos el camino espinoso y buscamos escapar.
Pero es triste, porque a pesar de esas huellas que no queremos ver y que la memoria ocasionalmente insiste en mostrarnos, nos quedamos a-pasionados. Y el prefijo va por la forma en que perdemos ese sentimiento que debe ser todo, colmarlo y no ser su carencia. Probablemente se sufra, pero dejemos que el sino mismo nos coloree de los matices en los que un corazón desee brillar. A veces, soy feliz y sin embargo.....a veces tengo nostalgia de ti, pasión.